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Mostrando entradas de noviembre, 2011

Borrón y estampa nueva (II) : Baaaalleno

Patalea cansado, intentando mantenerse a flote mientras aparta de su camino una palabra demasiado larga y técnica como para entenderla. El Dinoacetil CoA prosigue su extraño viaje, dubitativo; sin encontrar razón alguna que explique su presencia allí. En aquel sitio tan lleno de letras y tan vacío de todo lo demás. Nadando en nada. Oye un ruido y se detiene, sujetándose a una esdrújula cercana. Es como un rumor lejano y lastimoso. Sí, alguien se acerca. Y la bestia sonríe, esperanzado de poder dar respuesta a sus preguntas. El sonido es cada vez más nítido, y con esfuerzo logra escuchar parte de lo que dice: —Vaaaa... "¿Qué?".   —Vaaaa... "¿Cómo que "vaaaa"? ¿Qué puñetas significa eso?". —¡Vaaaamos que nos vaaaamos! —resuena de repente, a la vez que un enorme ser emerge de las profundidades para proseguir su camino a gran velocidad. El Dinoacetil CoA, superando el susto inicial, le persigue como puede. Quizás sea su única es

Retos a la carta: Es tontería...

"Sí, está torcida" . Suspiró y volvió a acercarse a la pared tras haberse alejado unos pasos para contemplar su obra. Recogió del suelo el escueto libro de instrucciones y lo hojeó por enésima vez, sin esperanza. “Maldita sea, ¿por qué tengo que hacerlo yo?”. Él, incapaz de hacer un puzzle, de montar los juguetes de los huevos Kinder sin ayuda, de entablar una duración sentimental estable.... De recuperar a Nerea... De nada… Cerró los ojos, sintiendo cómo todo se venía abajo a la vez; su vida y el mueble. “Al diablo con ella… Sólo es una estantería”. ··· Este texto tan raro tiene su explicación. Es, en realidad, un reto que me ha puesto hoy mi estimado  Jorge : escribir un micro-relato sobre una estantería en menos de 100 palabras . Casi nada (sobre todo por la extensión).  Es, efectivamente, una tontería ( "es tontería" / "estantería" ... déjalo, Álvaro. El título es horrendo y punto). Pero quería intentarlo, y ahí

El viento de la verdad

Acepta la gran verdad. Detente por un segundo e intenta reflexionar en lo breve que es la vida; lo poco que durará. El no poder deleitarnos con su alegría y complejidad por vivir hipnotizados en las prisas de la realidad. Y que cuando todo acaba nos desvanecemos sin más, como átomos inertes que vienen y van llevados por el viento de la muerte y la soledad. Un viento implacable que recuerda sin piedad que todo ha terminado y no seremos más.  Jamás. Sólo un simple recuerdo que el tiempo borrará. Acepta la verdad: el viento nos llevará...

Borrón y estampa nueva: Dinoacetil CoA

"¡RRRRRRRRROOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAAARRRRRRR!" El interior de la célula se estremece y las pequeñas moléculas corren a refugiarse detrás del núcleo. Ruge a lo lejos el gran  Dinoacetil CoA (leído "Dinoacetil Coenzima A"), terror del metabolismo y de los pobres estudiantes que tienen que memorizarlo. Pero... ¿dónde está? ¿Por qué no aparece? La criatura vuelve a bramar, esta vez con más desesperación. Nada a su alrededor le es familiar. Sólo ve un enorme espacio en blanco lleno de trazos de tinta que, desde lejos, bien se podrían interpretar como letras. ¿Pero qué hace ahí? Avanza y avanza, asomando su pescuezo entre tambaleantes palabras y apresurados dibujos. Nadando por esta sopa de letras que conforma los apuntes de un distraído estudiante cuya mente vuela ya lejos de la voz del profesor. Imaginando cosas que no son; dibujando seres de extraña naturaleza a partir de sus propios tachones. Dando vida, de esta forma, al otrora temido Dinoacetil